martes, 11 de octubre de 2016

Redes sociales y (falta de) neuronas

Está claro, Mark (Zuckerberg) pone las redes sociales, y luego ya cada uno hace lo que puede con el lote de neuronas que le ha tocado en suerte.

En todos los años que llevo usando internet (y ya van unos cuantos) me he ido encontrando de todo. Me daría para escribir otro blog… o un libro. Normalmente son comentarios poco afortunados que te dejan pensando “¿y esteeeee????”.

Cuando el fallo viene de una persona particular al final lo pasas por alto. Asumes que no todos tenemos el mismo nivel cultural, que no todos tenemos el mismo manejo con la informática, y que cada cual es de su padre y de su madre. Asumes, también, que el lenguaje escrito no es igual que el hablado y que a veces se pueden malinterpretar expresiones al faltar el contacto visual. Total que lo dejas correr, pasas a otra cosa, mariposa, y lo acabas olvidando.

Cuando el comentario poco afortunado viene de alguien que maneja una web corporativa te dan ganas de ir al dueño de la empresa y decirle “contrata otro community manager, porque el que tienes va metiendo la pata por ahí”.

Pues más o menos eso fue lo que me pasó ayer en Instagram. Para mí, Instagram es un sitio donde poner fotos cuquis. En mi galería hay sobre todo fotos de las manualidades que hago y fotos de mi gata. En alguna salen mis hijos, pero como tengo el perfil público no subo demasiadas de ellos. Y creo que hay un selfie y dos de mis pies. El resto, como os digo, todo fotos cuquis de mis manualidades (a lo mejor no son cuquis pero lo intento).

A lo que iba. De repente ayer se pone a seguirme una cuenta, a todas luces corporativa por el nombre (y por lo que tiene en el perfil), de esas que se ponen a seguirte pero luego nunca comentan ni hacen like ni nada, y nunca más vuelves a saber de ella.

Mi penúltima foto es de un trabajo que estoy haciendo ahora mismo en punto de cruz. Bueno, ahora mismo no, lo he soltado un poco para escribir. Pues esta cuenta que os digo me hace like en esa foto y en la siguiente y me deja el siguiente comentario:

“Muy bien! Te invito a seguirme >>>”

Y mi cara en ese momento es de “¿queeeeeee?”

¿Cómo que “muy bien”? Llevo haciendo punto de cruz desde los 12 años. Ya SE que lo hago bien. No hace falta que venta un desconocido a darme una palmadita en la espalda. Un comentario del tipo “muy bonito””muy cuqui” o “me encanta” habría sido mucho más acertado.

Pero claro, como es una persona desconocida desde una cuenta corporativa que ni le intereso ni me va a volver a comentar nada en la vida, le da igual que su palmadita en la espalda me toque las narices. Lo que quiere es que haga caso a la segunda parte de la frase, a lo de que le siga. Porque a estas cuentas les interesa tener muchos seguidores, da igual quienes y como conseguirlos.

Pues no, no te voy a seguir, porque no me interesas, porque yo no busco likes ni seguidores, porque me parece ridícula tu manera y tu afán de captar seguidores, porque me he tomado la molestia de visitar tu web corporativa (ya que tu no la mía) y no me ha gustado.

Lo de los simbolitos >>> no he llegado a entenderlo. De momento me han parecido infantiles, que en una cuenta personal pueden hacer gracia, pero en una cuenta corporativa como que no. Si alguien tiene explicación de qué significan en realidad, que me lo cuente. (Están en el mensaje original, os lo he copiado tal cual).


Y dicho esto, si alguien necesita un community manager que no meta la pata en las redes sociales, que me avise, que estoy disponible. 

2 comentarios:

  1. No tengo ni idea de qué sin esos>>>, me han recordado a los correos electrónicos anteriores de una conversación reenviada, que a veces se marcan así en cada línea.
    Tenga o no que ver con eso, sí que da mala sensación y apoya la cutre sensación que comentas: te mando esto a ti también, que no me interesas, pero tienes dispositivo, cuenta y parece que puedes leer.

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    1. La cuenta tiene pinta de ser un "yo me lo guiso, yo me lo como". Pero coño, aunque seas una mini empresa en la que te lo tienes que hacer tu todo, antes de lanzarte a las RRSS te intentas formar un poco para no meter la pata. Pero luego ves de cada cosa por ahí que te dejan loca. Mañana si me acuerdo os cuento otra que me pasó con una tienda de lámparas.
      Yo es que prefiero tener cuatro seguidores, pero escogidos.

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