Mi vida está hecha
de pequeños dramas
de grandes pérdidas
de ausencias palpables.
De minutos que pasan
y horas eternas,
mientras puñaditos de arena se filtran
entre mis dedos,
entre mis días,
en mi mente.
Mi vida está hecha
de pequeños dramas
de grandes pérdidas
de ausencias palpables.
De minutos que pasan
y horas eternas,
mientras puñaditos de arena se filtran
entre mis dedos,
entre mis días,
en mi mente.
Has dejado tus huellas en la arena.
Has bailado con Poseidón y con la espuma.
Has cogido conchas vacías y rayos de Sol llenos.
Has corrido por la orilla y nadado entre olas.
Tienes el Sol en la piel y el mar en la mirada.
Hubo una época en mi vida en la que la música fue una parte muy importante (lo sigue siendo, pero en otro nivel). Y es que, como diría la canción “yo se cantar y bailar y tocar la pandereta.
Aunque hace años que no leo una partitura, agradezco todo lo que aprendí con la música. Me aportó cosas maravillosas que sigo conservando.
Sin más, os dejo la lista de reproducción que he creado en YouTube con una grabación de 1994 que he podido recuperar y digitalizar.
Dadle a “reproducir todo” y espero que os guste.
https://youtube.com/playlist?list=PLdPVDYlv58Fn6z3aNviycf0BMSkEsoQyN
Dices que no eres romántico. Pero yo sé que si.
Como aquella vez que cogiste una rosa blanca y me la pusiste en el pelo.
Como aquella vez que me cogiste la mano mientras daba a luz un mundo. Nuestro pequeño mundo.
Como la vez que tuve migraña y me arropaste con cuidado para que no despertara.
Como el beso que me das cada mañana.
Te empeñas en negarlo, pero eres un romántico.