sábado, 20 de abril de 2019

Alcarria profunda y WhatsApp

Las amigas de mi madre son como una peli de Berlanga. O de Almodovar en los años 80. Esas pelis que narran la cotidianeidad y en las que te das cuenta que las cosas raras que te pasan son de lo más normal.

Os cuento un poco para poneros en situación. Somos originarios de un pueblo de la alcarria baja profunda que tendrá unos 300 habitantes censados. El pueblo se llama Hontoba y os pongo una foto para que veáis lo bonito que es.


En ese contexto, las amigas de mi madre decidieron hace algunos años hacer una asociación de mujeres. La mayoría son domingueras, solo acuden los fines de semana y en verano. Pero se esfuerzan por organizar actividades y mantener vivo el pueblo y sus tradiciones. Ahora la asociación la conforma un grupo de mujeres estupendas de entre 30 y 80 años mas o menos. El claro ejemplo de que muchas personas pequeñas juntas pueden hacer cosas muy grandes.

Ahora viene lo divertido, o lo berlanguiano, según se mire. Hicieron un grupo de WhatsApp (a partir de ahora wasap) para estar informadas unas y otras de las actividades de la asociación. Mi madre no tiene wasap. Para que os hagáis una idea, el móvil de mi madre tiene dos teclas, una para llamar y otra para colgar, y a veces se lía y le da a la que no es. Así que ella no tiene wasap ni falta que le hace. Yo no soy de la asociación, pero me dijeron que me metían a mi en el wasap en sustitución de mi madre para que le informase de las cosas. También hay un marido de otra señora en la misma situación, que el pobre creo que solo habló cuando le metieron en el grupo para dar los buenos días y no ha vuelto a manifestarse.

Os podéis imaginar que en un pueblo pequeño la mayoría estamos emparentados entre nosotros en mayor o menor grado. Así que en la asociación (y por extensión en el grupo de wasap) están mis primas, mis tías, las primas de mi madre, las hijas de las primas de mi madre que son primas segundas mías... y así hasta el infinito grado de parentesco.

Lo mejor de todo son las conversaciones. El otro día se fueron de excursión. Días antes "Por favor, confirmad quienes vais a venir".
- Yo voy
- Yo no voy, pasadlo bien (corazoncitos)
- Yo si
- Mi madre si va, mi tía no

(mi tía tampoco tiene wasap, así que me toca ser portavoz de las dos).
Así hasta 40 mensajes, salpicados de buenos deseos y corazoncitos (ya os he dicho que son estupendas).
Días después, lo mismo pero para elegir carne o pescado en el sitio que iban a comer.
El día antes: "El autobús sale a las 9, sed puntuales". Más buenos deseos, corazoncitos, una estampita de la Virgen para que les guarde el camino... lo normal.

Normalmente están calladas, pero cuando se ponen a organizar algo, me puedo encontrar con 50 mensajes tranquilamente. Lo mejor es cuando quedan para hacer rosquillas o cosas de comer. Ahí sabes que están preparando algo bueno.

Se felicitan los santos. Hay alguna que debe conocer todo el santoral y van felicitando a Pilares, Inmaculadas, Dolores y demás, todo acompañado de la preceptiva estampita de la Virgen. Mi móvil agnóstico no se como lo soporta. Ahora que la Navidad es su época favorita.

Y son todas super atentas y serviciales. Sabes que siempre alguien va a responder a cualquier duda que tengas. El otro día preguntó una los horarios de las misas en Semana Santa, y a los 5 minutos mi prima mandó esto (foto tomada del tablón de anuncios de la iglesia):


Ahora entenderéis por qué me siento como en una peli de Berlanga cada vez que las leo.

Pero son de lo mejor que le ha podido pasar al pueblo.